Hubo representantes de las 3 casas de altos estudios nacionales de la provincia. Participó el secretario de Ambiente, Raúl Costa. Quieren impulsar leyes de preservación que protejan “lo poco que queda”.

Especialistas en ambiente y autoridades de las universidades nacionales de Río Cuarto, Villa María y Córdoba comenzaron a recorrer ayer un largo camino que busca alcanzar la protección de los últimos recursos naturales de valor que aún permanecen en el territorio provincial.
Según señalaron en la primera reunión conjunta, de la que participó el secretario de Ambiente de la Provincia, Raúl Costa, la situación es extrema y requiere una rápida intervención para evitar que sea demasiado tarde para preservar los últimos ecosistemas naturales que quedan.
Por eso la intención es trazar un diagnóstico que parta del conocimiento existente y avanzar en los baches que puedan encontrarse. A partir de ahí evaluar respuestas e iniciativas que permitan en un primer momento conservar, y luego recuperar parte de lo perdido. En ese camino, piensan que será necesario avanzar en el campo normativo y ya hablan de una ley de ordenamiento territorial que no sólo proteja los recursos naturales, sino también los patrimoniales e históricos.
En la mesa de la sala Pereira Pinto del Rectorado local, se reiteró que el avance de la tierra cultivada fue barriendo con zonas de bosques ya irrecuperables. De las 16 millones de hectáreas de la provincia, 7 millones son explotadas con agricultura. De ese total, el 60% es soja. “Hay que preguntarse cuál es el costo que pagamos por ser los primeros productores de soja del país”, explicó el profesor local, César Núñez.
Allí se abrió camino la discusión entre producción y preservación. Casi todos coincidieron en que se debe buscar acercar esos dos extremos y que la visión científica debe transitar un camino equisdistante.
Por eso se resolvió impulsar una “Declaración de Río Cuarto” donde se planteen las premisas fundamentales del proyecto conjunto. E intentarán hacer equilibrio para evitar inclinarse en uno u otro sentido. “No podemos producir sin que importe el costo ambiental ni tampoco frenar todo para permitir que el ambiente se recupere”, señaló el docente local, Mario Cantú.
Por su parte, el vicerrector de la Universidad Nacional de Córdoba, Gerardo Fidelio, insistió en la necesidad de impulsar también políticas hacia adentro de las universidades y “pensar por ejemplo en campus saludables, donde haya una política para el tratamiento de la basura, del reciclado del agua, la disposición final de las pilas y la reducción del uso energético”, dijo el cordobés.
En tanto, el decano del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad de Villa María, Hugo Traverso, adelantó la intención de desarrollar en esa localidad la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables.
Por último, los participantes del encuentro adelantaron que la próxima reunión será un taller sobre la problemática general que disparará diferentes líneas de trabajo a futuro. De acuerdo a lo apuntado, esto se realizaría antes de fin de año para darle continuidad al trabajo.
Según señalaron en la primera reunión conjunta, de la que participó el secretario de Ambiente de la Provincia, Raúl Costa, la situación es extrema y requiere una rápida intervención para evitar que sea demasiado tarde para preservar los últimos ecosistemas naturales que quedan.
Por eso la intención es trazar un diagnóstico que parta del conocimiento existente y avanzar en los baches que puedan encontrarse. A partir de ahí evaluar respuestas e iniciativas que permitan en un primer momento conservar, y luego recuperar parte de lo perdido. En ese camino, piensan que será necesario avanzar en el campo normativo y ya hablan de una ley de ordenamiento territorial que no sólo proteja los recursos naturales, sino también los patrimoniales e históricos.
En la mesa de la sala Pereira Pinto del Rectorado local, se reiteró que el avance de la tierra cultivada fue barriendo con zonas de bosques ya irrecuperables. De las 16 millones de hectáreas de la provincia, 7 millones son explotadas con agricultura. De ese total, el 60% es soja. “Hay que preguntarse cuál es el costo que pagamos por ser los primeros productores de soja del país”, explicó el profesor local, César Núñez.
Allí se abrió camino la discusión entre producción y preservación. Casi todos coincidieron en que se debe buscar acercar esos dos extremos y que la visión científica debe transitar un camino equisdistante.
Por eso se resolvió impulsar una “Declaración de Río Cuarto” donde se planteen las premisas fundamentales del proyecto conjunto. E intentarán hacer equilibrio para evitar inclinarse en uno u otro sentido. “No podemos producir sin que importe el costo ambiental ni tampoco frenar todo para permitir que el ambiente se recupere”, señaló el docente local, Mario Cantú.
Por su parte, el vicerrector de la Universidad Nacional de Córdoba, Gerardo Fidelio, insistió en la necesidad de impulsar también políticas hacia adentro de las universidades y “pensar por ejemplo en campus saludables, donde haya una política para el tratamiento de la basura, del reciclado del agua, la disposición final de las pilas y la reducción del uso energético”, dijo el cordobés.
En tanto, el decano del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad de Villa María, Hugo Traverso, adelantó la intención de desarrollar en esa localidad la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables.
Por último, los participantes del encuentro adelantaron que la próxima reunión será un taller sobre la problemática general que disparará diferentes líneas de trabajo a futuro. De acuerdo a lo apuntado, esto se realizaría antes de fin de año para darle continuidad al trabajo.
Puntal Río IV y Villa María, 18/9/2009
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