Histórico acuerdo para proteger la capa de ozono
En Canadá, 191 países acordaron eliminar para 2030 los refrigerantes que la afectan.
Sibila Camps
scamps@clarin.com
Los 191 países firmantes del Protocolo de Montreal, adoptado hace veinte años para proteger la capa de ozono, alcanzaron un consenso sin precedentes a partir de una propuesta impulsada por Argentina y Brasil. La iniciativa también servirá para desacelerar el calentamiento global.
"Es un momento histórico para el mundo. Este acuerdo va a cambiar el proceso de cambio climático", celebró la doctora Ana María Kleymeyer, asesora de la Secretaría de Ambiente de la Nación en asuntos ambientales internacionales. Su voz sonaba exultante desde Montreal, el viernes, apenas alcanzada la unanimidad y pocos minutos antes de presentarla.
La propuesta acorta los plazos para la eliminación de los HCFCs, sustancias químicas refrigerantes que dañan la capa de ozono. El tratado firmado hace dos décadas establecía que los países signatarios debían dejar de producirlos en 2040. Ahora, los HCFCs deberán ser suprimidos en 2030.
El nuevo acuerdo incorpora además un escalonamiento en la eliminación: en 2013 se deberá "congelar" la producción y el consumo de HCFCs; en 2015 se deberá reducirlos en un 10%; en 2020, la disminución deberá llegar al 35%, y en 2025 al 67,5%.
La euforia de los negociadores se debe a los beneficios colaterales. Este año, los científicos descubrieron que los esfuerzos para reparar la capa de ozono también favorecía al clima del planeta. "Una unidad de HCFCs tiene hasta 11.000 veces más impacto de efecto invernadero que una unidad de carbono -señaló Kleymeyer-. Esto no soluciona el cambio climático, pero nos ayuda a ganar un poco de tiempo para resolver el problema mayor, pues retrasa en doce años el impacto en él".
"Esta decisión manda un mensaje a la industria mundial, que tendrá que inventar alternativas a estas sustancias -interpretó la abogada-. El acuerdo especifica que las alternativas deberán tomar en cuenta beneficios ambientales como el cambio climático".
Kleymeyer reveló que la nación más difícil de convencer fue China, porque encabeza la producción y el consumo de HCFCs, que es superior a la de todos los países en desarrollo juntos. "El impacto de este acuerdo en la industria china será significativo. Pero va a contar con el apoyo financiero y técnico del Fondo Multilateral" establecido en el tratado, al que los EE.UU. aportarán una gran parte.
También la Argentina recibirá ayuda económica para este fin. En los dos últimos años, la Secretaría de Ambiente logró reconvertir 195 pymes, y junto con otras medidas, permitieron reducir en un 65% los CFCs (otras sustancias que también dañan la capa de ozono), cuando la meta era del 50%. Por esa razón, recibió esta semana un reconocimiento en Montreal.
Clarín © 2007
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